Estoy
seguro de que viene a cuento a pesar de que sea de nuevo insistir en la
exposición de Rubén. Sabes, Manuel, tan bien como yo lo que supuso en su
momento la conexión de Rubén con nosotros. Para mí tengo que han sido los años
más brillantes desde el punto de vista de la imagen que hemos ofrecido. De
alguna manera quedaron simbolizados en ese cartel que nos muestras en tu
sudadera y que reza en la exposición: DE
0 A 6 AÑOS SE VIVE EN UN BOSQUE DE PIERNAS. En aquel momento, sencillamente
dimos en el clavo, hicimos diana y trabajamos con la conciencia de que
llevábamos la veta en el criterio común. Son momentos que llegan a la vida, que
nadie sabe muy bien cómo ni por qué, aunque reconozco que lo buscamos con
ahínco, que uno tiene conciencia de que ha tocado hueso y se enseñorea sin
miedo mirando a un lado y a otro, consciente de que proyecta luz aunque nunca
puede saber su alcance ni su duración.
A ti
te tocó la calle como bandera y, por lo que veo todavía te dura. Recuerda que
llegamos a reflexionar sobre la conveniencia de moderar las salidas porque,
aunque nunca, que yo sepa, se cuestionó el inmejorable magisterio de cualquier
circuito urbano, había momentos en los que algunos, yo entre ellos, dudábamos
si los niños tendrían claro que su casa era la escuela porque llegábamos a
pasar mucho tiempo fuera del recinto escolar. Como en tantos otros temas
llegamos, después de profunda reflexión, a moderar las salidas y ponerlas en la
medida de no más de un día a la semana, casi siempre el viernes. Como fue
acuerdo colectivo, nunca he comentado contigo si te supo a poco o no. El
resultado de nuestras reflexiones era asumido pero no siempre compartido al
cien por cien. Creo que aprendimos en aquel tiempo las limitaciones de
cualquier negociación, aunque también su grandeza.
Reconozco
que no habrá grupos que hayan tenido más conciencia del espacio exterior que
los que te hayan tenido como maestro a ti y me alegra que, en cierto modo y a
pesar de que el tiempo pasa para todos, para ti también querido amigo, tu clima
docente sigue teniendo el sello de que el mundo entero cabe, si se quiere, en
las limitadas horas de docencia que se desarrollan en la jornada escolar.
Aprovechando las fotos que me has mandado de la visita de tu grupo a la
exposición de Rubén me he atrevido a ofrecer esta reflexión sobre la escuela en
la calle que siempre has simbolizado tú y que veo que mantienes. Se me viene a
la mente tus reiteradas visitas al centro José Guerrero, junto con las del
grupo de Encarna Palacios que en paz descanse, otra forofa de este insigne
pintor granadino, aquella exposición de maquetas de las viviendas de los
pequeños que expusisteis en el decanato de arquitectura, en el que por fin me
presentaste a tu hermano el general del MADOC.
No
digo que hayas tenido culillo de mal asiento pero es verdad que tu escuela
mental ha estado y creo que sigue estando en un espacio que supera con mucho
los recintos de las escuelas por las que has pasado, de lo cual me alegro
mucho. Creo que nos engrandece que hayamos desarrollado a lo largo de tantos
años un proyecto común. identificado claramente por la ciudadanía y elaborado a
través de tantas cesiones, a veces tan dolorosas pero igualmente asumidas y
constatar que no hemos perdido la identidad personal, de modo que no sea difícil
identificar nuestras distintas personalidades que han significado y significan
aportaciones individuales a ese proyecto común que nos mantiene vivos después
de cerca de cuarenta años de historia. Como nobleza obliga creo que esta idea
de la escuela de la calle que tú simbolizas dentro del colectivo es una de
nuestras señas de identidad que yo te
agradezco.
Me emociona leer tu entrada de hoy. No me imagino siendo bandera de nada, pero sí es cierto que mía es (junto con otros) la defensa de ir paso a paso por la ciudad, haciendo de ella un recurso educativo.Muchas gracias.
ResponderEliminarY ya quisiera yo alcanzar ese mínimo de una salida a la semana; aunque sí es cierto que casi todos los jueves hacemos una mini salida al contenedor del papel, aprovechando que es el día de suministro de frutas y verduras a la escuela.
Del bosque de piernas recuerdo la anécdota inicial: nos había visitado nuestra amiga Inma, una maestra de las escuelas municipales de Valencia, con su hija Ana, maestra ella ahora también, y que entonces tenía cinco años. Habían hecho una visita a la Alhambra y cuando por la noche le preguntaste a Ana qué le había parecido nuestro monumento te contestó:"he visto muchos culos". Eso nos llevó a la reflexión de qué es lo que tienen los niños al alcance de su vista y nos llevó al diseño del cartel, que también fue felicitación de navidad, camiseta, sudadera... aunque nombrando una parte del cuerpo más políticamente correcta, que por su longitud nos permitió el símil del bosque. Por cierto, entre el bosque de piernas se ve la fachada del Ayuntamiento, todavía sin el caballo.
Enorme Don Manuel. Sus salidas son una cuna de aprendizaje para los niños y los que acompañamos. Yo estaba deseando me tocase salir con él para empaparme de todo y decirme, algún día Javi llegarás a un poquito del saber de Don Manuel. Si hasta uno desea ser niño para ir a su lado escuchando todo lo que dice. Es la escuela de la vida, y como bien sabemos la vida va mucho más allá de cuatro paredes.
ResponderEliminarGracias, Javi; me alegra haber compartido contigo el entusiasmo por la escuela. ¿Y sabes dónde está el truco? en que uno no deja nunca de aprender de los demás, niños y adultos; en conversaciones, en lecturas y en dejarse sorprender por lo que va descubriendo una mirada siempre dispuesta a encontrar nuevas interrogantes, más que en confirmar sabidas respuestas.
EliminarNo pienso añadir ni quitar una sola palabra. En todo caso, eso sí, manifestar mi gozo de servir para que cunda el debate, que es la mejor manera de aprender. Un abrazo a los dos
EliminarSiempre descubro con gozo en este 'Como Niños" una enseñanza grata!!!
ResponderEliminarPUES A MÍ, COMO SU PRINCIPAL RESPONSABLE, ME HONRA QUE TÚ DIGAS ESO Y ME COMPROMETE A NO BAJAR EL NIVEL PARA QUE PERSONAS COMO TÚ MANTENGA SU DIÁLOGO CON NOSOTROS. UN BESO DESBORDADO COMO EL EBRO
EliminarA mi correo electrónico han llegado estos comentarios sobre esta entrada:
ResponderEliminar• Amparo Jerónimo, una compañera de la escuela: Enhorabuena Manuel!!!
Da gusto leer reseñas que reflejan el pasado y el presente de las escuelas.
Que no decaiga!!!!
Seguimos!!!
Un abrazo.
• Yolanda, una de mis hermanas:
me encanta
lo publico para que lo vea todo el mundo lo grande que eres :)
después agrega:
respuesta de Carmina, tía nuestra:
Cuánto me ha gustado leer tu artículo y qué vivencias les transmites a estos niños
• Nacho Marín, uno de los cocineros de la escuela: Jaja... verdades como puños.
D. Antonio lo sabe de buena tinta...
• Ane López, una alumna de prácticas que vino de la facultad de Escoriaza:
Que bonito!!
Gracias por seguir acordándote de mi y poder leer cosas como estas!
Un saludo
• Carmen Grávalos, cuñada, también profesora:
Qué ilusión te habrá hecho ¿no? Me ha encantado lo del bosque de piernas, aunque lo de los culos habría quedado mejor en las camisetas.
Esa afición tuya la comparto. Y es una pena que no podamos salir más. Yo estoy ahora metida en un proyecto bastante chulo, ya te contaré cuando nos veamos.
Un abrazo para los dos.
• Elisa Hervás, otra de nuestras maestras:
Hola. Muy emotivo ...tú , tus salidas , Palacios....
• Pilar, otra de mis hermanas:
Fenomenal Manuel Angel!!!!
Muchos besos
• Elisa Salomón, una prima, también maestra:
Lo leímos ayer.
Yolanda lo compartió en el facebook.
Besooooossss
• Fabiola Labella, bibliotecaria en Cenes:
Hablan de ti y tus paseos y a mí me dan ganas de repetir educación infantil, maestro. Por cierto, el usteda encantado con el paseo del martes pasado. Si quieres venir a la biblioteca con tus niños en lo que queda de curso puede ser muy chulo, el día 23 (con subvención propia de la biblioteca) plantamos un ginkgo biloba de tres metros. Hay libros nuevos y a partir del 13 una exposición de fotografía chulísima. Anda, venid. Besos
• Loida González, una maestra de Murcia:
Hola!!! Te leí y te vi en las fotos. Palabras muy bonitas y valiosas.
Mi hija Alba también comenta:
ResponderEliminarEmpiezo a tener tiempo para mí!! Y he podido leerlo. Me ha encantado. Y saber la historia del bosque de piernas!!!
y Elena Requena, una madre de mi grupo:
Enhorabuena Manuel,
Preciosa reflexión y diálogo.
Debemos integrar a todas estas personas para que este diálogo que mantenemos se haga más ancho y se enriquezca con nuevas voces. Me emociona que nuestras inquietudes por la primera infancia se abran y se extiendan como una mancha de aceite. Un fuerte abrazo, amig7o
EliminarJavier y Mercedes, una pareja de maestros jubilados de Valencia comentan:
ResponderEliminarLa elegía del compañero a Manuel Ángel ¡Qué bonita!
Me alegro pero no es una elegía sino una oda, una semblanza o algo que signifique vida. La elegía es lo que se canta cuando te has muerto y tú, por ahora, estás muy lejos. Otro abrazo.
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