Cualquier
cosa que empieza: un día, una película, una vida…, es siempre una promesa, una
oportunidad, una realidad nueva en cierto modo. Este humilde blog, en su empeño
por vivir, ha cubierto ya una serie de etapas y se ha consolidado como una vida
que sondea cada semana aspectos de la humanidad de las personas. Decidimos en
su momento llamarlo COMO NIÑOS porque en nuestra vida se acumulan una serie de
asuntos que nos afectan, que nos definen, que nos frustran y que nos
perfeccionan. Quería y sigo queriendo que sobre ese fondo de infancia, unas
veces real y otras inventada, fuéramos capaces entre todo el que quiera
colaborar en alguna medida, consolidar un asunto de discusión que fuera tomando
cuerpo y contenido con el tiempo y nos fuera ampliando el ámbito de discusión
sobre la base de la humanidad, unas veces ligada a la educación y otras a las
mil dudas que nos rodean con la educación de fondo.
En
este sector del mundo, estos días comienza un nuevo curso, esa rueda de
ordenamiento de vida discutible siempre, en la que la estructura escolar va a
establecerse hegemónica durante unos meses según la ordenación del tiempo que
hemos establecido para justificar el crecimiento, cada año hacemos alusión a
algún aspecto que nos parece de interés de los muchos posibles que alrededor
del comienzo pueden hacerse valer. Quizá por eso hay una suerte de pudor al
encarar un año más el tema del comienzo. Por una parte nos sentimos en la
obligación de aportar lo más o lo menos sobre el asunto pero por la otra no
quisiéramos en ninguna medida sentirnos en plan de abueletes cansinos que
incapaces de pasar de un tema o que lo más que logran en su vano intento, es
repetir cosas que ya han tratado en años anteriores.
Hace
ya sus buenos cuarenta años que nos movilizamos con fuerza para denominar la
institución que alberga a los más pequeños como ESCUELA con su trasfondo
educativo como principal atributo en contra del concepto GUARDERÍA que parece
más de segunda categoría y cuya principal función es más la de tener guardados
a los pequeños sin que el contenido del trabajo vaya dirigido a la consecución
de unos objetivos ligados al crecimiento interior y al desarrollo de las capacidades
de los pequeños. Sé de sobra que por encima de las nociones, en el contacto
entre las personas lo que cuentan son las calidades de las personas en sí, al
margen de las denominaciones genéricas. Pero creo que está bien intentar
dignificar el trabajo con los más pequeños asociándolo a la idea de ESCUELA
como un destino y no sólo al de GUARDERÍA, sin más contenidos a los que
dirigirse.
Pues
que sea la noción de ESCUELA a la que se ligue nuestro destino como
profesionales de la educación también hoy, que ya parece que las palabras pierden
su valor o sencillamente se confunden por desgana o por falta de rigor. La
Escuela que comienza estos días debería llevar adherido a ese comienzo algunos
rasgos que la definen. El primero y principal es el de que cada persona es un
mundo particular e irrepetible y deberíamos borrar de nuestra vista esos
chorros de pequeños llorosos o con caras de pena entrando en tropel de la mano
de sus familiares en un mundo ajeno en el que nadie sabe quién es cada uno y lo
más que ofrecemos a los pequeños es un colgante de plástico con sus datos
personales para que no se pierda en ese trasiego de gente que va y viene. En
algún momento sería imprescindible que cada pequeño tuviera su nombre en boca
de sus maestros y fuera tratado individualmente y se pudiera sentir único y con
valor por sí mismo. De comenzar el curso formando parte de una masa a ser, al
menos por un día, una persona única con su particularidad se va a derivar una
noción de educación completamente distinta para el futuro.
*hay que renovarse indefectiblemente.
ResponderEliminarPorque todo, absolutamente todo, es susceptible de cambio y/o acomodación. Aun así perdemos muchos trenes que no esperan.
paciencia!
Besos
Creo que no hay que tener miedo a equivocarse. Siempre se puede corregir si hace falta. Peor es la indecisión, que desorienta a la gente. Un beso
EliminarHay que saber mantener un estilo de enseñanza adaptado a estos tiempos...aunque cuesta !
ResponderEliminarSaludos